Les entró pánico
Al abrir la segunda puerta, no se podían creer lo que sus ojos estaban viendo, era otra maleta idéntica. Esto ya les parecía como una broma y no les estaba gustando ya el juego de las maletas. Había algo muy turbio en todo aquello y ya no era gracioso. Por supuesto, se dispusieron a abrir aquella tercera maleta y ver qué había dentro aunque ya se podían hacer una idea después de ver las dos primeras. Sin embargo, al abrirla, se quedaron de piedra al ver que no era dinero…

Les entró pánico