En busca de un martillo
Estaban decididos a llegar hasta el final del asunto fuera como fuera y cogieron un martillo para abrir aquella segunda puerta y ver qué había allí dentro. Estaba claro que si alguien se había tomado tantas molestias en esconder algo tan bien era porque no quería que nadie supiera que eso estaba ahí. Al coger el martillo, le temblaron las manos, pero dio un golpe seco y el candado se rompió.

En busca de un martillo