No era todo tan fabuloso
Desesperado para sobrevivir, Ruiz-Mateos emitió pagarés sin garantía a tasas llamativas del 8 por ciento. Cobró unos 500 millones de euros, la mayoría en dinero negro, que desapareció. Eso dio lugar a una serie de nuevos procedimientos judiciales. Ruiz-Mateos logró combinar el trato corrupto con la piedad y la pertenencia al Opus Dei, aunque el movimiento secreto terminó por repudiarlo. Le gustaba jugar al patriarca, rodeado de siete hijas, seis hijos y 58 nietos. Todos los hombres estaban involucrados en sus negocios, al igual que su esposa, Teresa Rivero, quien lo sobrevive. La familia hereda unos 50 casos judiciales pendientes. Dos hijos están en la cárcel, como parte de la negligencia financiera de su padre y no pudieron asistir al funeral.

No era todo tan fabuloso