No era una negadora
Si bien Adriana moría por tener hijos, ella también era consciente de que ser madre, para ella, era ya un sueño demasiado difícil de alcanzar, pero si pudiera tener una posibilidad, por remota que fuera, de seguro no la dejaría pasar de largo. Fue entonces cuando su amiga decidió ayudar a Adriana a conseguir su sueño de ser madre, ya que era eso lo que realmente la hacía feliz. Como suelen decir, nunca es demasiado tarde si la dicha es buena, y así fue como nuestra protagonista empezó a ver claridad al final del túnel después de pasar por algo tan dificil.
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