Después Del Agujero
Detrás de sus celdas había un pasillo de servicios comunes en el que no había vigilancia ninguna. Saliendo por el conducto de ventilación de sus celdas, llegarían a este pasillo y desde él accedían al techo de su bloque de celdas donde se hicieron un taller clandestino para fabricar sus artilugios y vigilar los turnos de guardias. Después subirían por una red de tuberías hasta un ventilador en el techo que daba al exterior, una vez en el tejado bajarían por la chimeneas de la panadería en la parte de atrás de la prisión y de ahí subirían a la balsa que habían construido para atravesar a la otra orilla.
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