Llegó el momento
Así, después de leer aquel inquietante comentario, se puso a buscar por todas las paredes de la casa por si había algo más escondido por ahí. De momento, no pudo encontrar nada más pero justo cuando estaba a punto de mirar en la última habitación, llegó su mujer y se olvidó de todo para bajar corriendo las escaleras y decirle que había encontrado otra maleta y quería enseñársela y abrirla juntos.

Llegó el momento