Una sorpresa tras otra
La pareja no podía salir de su asombro por más que quisiera, no se podían creer cómo podían haber tenido tanta suerte de encontrar en su propia casa una maleta llena hasta arriba de fajos de billetes antiguos. Eso ya era algo muy increíble pero aún había más. Cogieron uno de los fajos y miraron el número de serie, ahora sí que se habían quedado helados, en todos los números de serie había un asterisco impreso. Esto les daba a los billetes un valor incalculable.

Una sorpresa tras otra