Arantxa Sánchez Vicario
En el US Open de 1990, un periodista le preguntó a Arantxa Sánchez-Vicario qué guardaba en su bolsa deportiva Reebok de gran tamaño que llevaba en los terrenos de Flushing Meadows. Con una amplia sonrisa y la exuberancia de una adolescente (a Sánchez-Vicario todavía le faltaban cuatro meses para cumplir los 19), explicó que además de media docena de raquetas, juegos extra de cordajes, puños, calcetines, ropa y surtidos. fruta, que a menudo llevaba a su perro Pomerania en la bolsa. Fue buena suerte, dijo con una sonrisa brillante, explicando cómo su perro viajó por el mundo con ella. Pero los deportistas tambien deben tributar y pagar impuestos… no habian informado a Arantxa sobre eso y tenia que pagar una deuda de 5 millones de euros.

Arantxa Sánchez Vicario