Malas Gestiones
Aunque la vida normalmente siempre sonreía a Anna, todo estaba empezando a torcerse. No estaba gestionando bien la apertura de la fundación y los abogados y gestores no hacían más que llamarla para advertirle de que lo estaba haciendo mal, que tendría consecuencias nefastas para ella si no cambiaba de rumbo. Pero Anna no hacía caso de nada, tenía su propio camino hecho y nadie la podía apartar de él.

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