No cocine alimentos podridos
No es una buena idea arriesgarse a cocinar alimentos podridos. Es muy probable que esto sea peligroso para su salud. El producto sufre cambios físicos y químicos gracias a factores externos como el calor, el aire, la luz y la humedad. Estas condiciones hacen del alimento el lugar ideal para el crecimiento de microorganismos. Limpie el refrigerador o la despensa en el lugar donde se almacenaron los alimentos. Revise los elementos cercanos que la comida enmohecida pudo haber tocado. El moho se propaga rápidamente en frutas y verduras. Limpie el interior del refrigerador cada pocos meses con 1 cucharada de bicarbonato de sodio disuelto en un litro de agua. Enjuague con agua limpia y seque. Frote el moho visible (generalmente negro) en las cubiertas de goma con 3 cucharaditas de lejía en un litro de agua.