No se veia nada
Mientras continuaba por el sendero, no había luz, ni movimiento de aire, ni calor. Extendió su linterna como si estuviera sosteniendo una espada y estuviera listo para participar en la batalla. El ruido chirrió más fuerte esta vez. Sonidos de maquinaria y piezas de metal viejas entrando en juego. Pero luego, los escucha. Él sabe en lo que acaba de entrar. Las voces llenan las entrañas de la mina, pero Christopher no las oye. “¿Quién está ahí?” el grita. Solo para ser respondido por su propio eco. El coraje latió a través de su cuerpo. Tenía que averiguar quién estaba allí. Mientras seguía avanzando por el túnel oscuro, todo estaba completamente quieto. No hubo movimiento alguno, de aire, calor o luz. Se aferró con fuerza a su linterna, casi como si estuviera sosteniendo la empuñadura de una espada para entrar en batalla.
No se veía nada
